La crisis financiera mundial se origina por la pérdida de los fundamentos éticos de la economía enmarcada en el neoliberalismo, donde solo valía la ganancia máxima y a corto plazo por sobre el bienestar del ciudadano común, dijo el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus.
El exfuncionario participó como conferencista en el X Congreso Latinoamericano de la Asociación Cristiana de Católicos Empresarios (Uniapac) en la ciudad costera de Guayaquil, en el Ecuador.
Camdessus explicó que la crisis de la globalización es producto de la exuberancia irracional, el ganar más para consumir más, con una cultura y civilización económica de lucro, que finalmente se derrumbó. Estamos viendo el fin de un modelo basado exclusivamente en la ganancia individual, que se sustituye por un modelo corporativo empresarial con responsabilidad social.
Considera que los organismos multilaterales de crédito, como el FMI, aunque tienen alguna responsabilidad en la crisis global, no deben “satanizarse”, pues como todos tuvieron aciertos y errores. “Todos son responsables, incluida la prensa que valoriza lo espectacular por sobre lo social, los empresarios que priorizaron el interés personal, todo el mundo tuvo el virus del modelo neoliberal”, puntualizó.
Señaló que actualmente el organismo crediticio trabaja en el cambio de visión de sus socios, para que no primen intereses individuales sino el bienestar común. Eso – en su opinión- significará sacrificios para que los países ricos en exceso estimulen su demanda. Y los que se encuentran estancados modifiquen sus estructuras obsoletas.
Además el FMI puede influir para que se acelere el proceso de solidaridad internacional en los países donde existen problemas de deuda externa, sugirió.
Asimismo, indicó que respeta la decisión de gobiernos soberanos que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de buscar o crear organismos de créditos alternativos como el Banco del Sur, siempre y cuando se orienten al bien común.
Es innegable -añadió Camdessus- que el poder ya no está concentrado en los Estados Unidos, sino que es una época donde los países emergentes se hacen más fuertes cada día y con capacidad de influir en el mundo.
Sin embargo, no porque el neoliberalismo fracasó significa que un neosocialismo sea la solución. Lo que se debe buscar es resolver el único problema importante del planeta ¿Cómo posibilitar los derechos humanos para todos?, sin importar si es por derecha o izquierda, enfatizo.
El mundo cambia y las instituciones están obligadas a modificar su visión ideológica para tener una relación abierta con todos los países. “Cuando dirigí el FMI por 13 años hicimos muchos disparates, pero también tuvimos muchos aciertos”, puntualizó el exfuncionario.
Fuente: Grupo de Investigación Social Siglo XXI - www.gisxxi.org
